Pa negre(2011)
Inocencia muerta
Dirección: Agustí Villaronga
Guión: Agustí Villaronga (Novela: Emili Teixidor)
Música: José Manuel Pagán
Fotografía: Antonio Riestra
Reparto: Francesc Colomer, Nora Navas, Roger Casamaior, Marina Comas, Laia
Marull, Eduard Fernández, Sergi López, Lluïsa Castell, Mercé Arànega, Marina
Gatell, Elisa Crehuet, Joan Carles Suau, Jordi Pla, Pep Tosar
Productora: Massa D'or produccions / Televisió de Catalunya / TVE
Andreu vive con su familia en una pequeña aldea rural. Un día descubre las
consecuencias de un terrible accidente, uno de los aldeanos aparece muerto en
el bosque. El padre de Andreu, por ser sospechoso de comunismo y ser conocido
del fallecido, es acusado del asesinato del aldeano y decide huir. Andreu se
separa de su madre y es llevado con la hermanas de éstas, que trabajan en una
finca cercana de gente adinerada. Allí Andreu conoce a una prima con la que mantendrá una extraña
relación de amor odio durante su estancia. El padre de Andreu se esconde en el
desván de la finca hasta que es detenido y condenado a muerte. Finalmente se
demuestra que el padre es culpable, y Andreu reconcomido por el odio hacia su
familia decide aceptar la adopción de los dueños de la finca y dejar a su
madre, para comenzar una nueva vida.
La visión de un niño ante la pobreza, la penuria, la tragedia y la maldad
que dejan una guerra, no podría desarrollarse de otra manera. Pa Negra se convierte en una cinta que
perfila más que una temática, casi un género de nuestra filmografía nacional. Un
conjunto de acontecimientos terribles sobre un marco que indaga de lleno en el
costumbrismo de una aldea catalana de la posguerra civil.
Esta nueva versión de nuestra muy contada guerra civil, basada en la novela
de Emili Teixidor, consiguió un gran éxito
de crítica y el Goya a la mejor película
y al mejor director en 2011.
La preocupación de Villaronga por las secuelas de la guerra ya la encontrábamos en El mar (2000). La visión de los niños en una guerra o posguerra
puede darnos un punto de vista fantástico, inocente y por otra parte mucho más
cruel y realista. El mundo rural en el que el niño se mueve nos remite al Laberinto del fauno o la lengua de las
mariposas. Obviamente con tintes totalmente distintos, es el autodescubrimiento
de un niño ante lo terrible. El sobrecogedor final de la cinta de José Luis Cuerda
nos recalca la misma idea de un niño que crece y madura enfrentándose a las
consecuencias de la realidad de una guerra; la pérdida y “decepción” de un ser
querido.
Buscando una salida
Desgarradora la visión y los mecanismos de supervivencia de los niños
desarraigados de una guerra. Multitud de niños huérfanos que viven con
familiares, con conocidos con un cargamento de recuerdos espantosos. El
personaje de la prima de Andreu; huérfana, acosada y pervertida por su maestro,
trastornada y violenta, es precisamente el más consciente y con el que más
llega a entenderse Andreu. Personaje
trágico y menos común en otras visiones
sobre la guerra, no es una niña hacia la pérdida de la inocencia, es una niña
totalmente destruida. Todo lo contrario a lo que podemos pensar en un principio,
que se establecerá una relación de ayuda y complicidad entre los dos, nos
encontramos con la obsesión sexual de una niña desequilibrada, aún más
latente en la novela.
La miseria cubre la aldea, cada historia
y personaje. La problemática política solo es un telón de fondo en la
que observamos un retrato de las preocupaciones del mundo rural en especial el
de las mujeres. La fábrica, la relación entre las viudas de guerra y las
distintas actitudes. La contraposición de ambas hermanas; la fuerte, invencible
y práctica frente a la más liberal y vulnerable.
Andreu establece una extraña relación con un niño enfermo del convento cercano.
Este personaje nos desconcierta, no parece real, es como si se tratara de la
propia alma y de los deseos de volar y de escape de Andreu. Es el único
personaje que resplandece literalmente ante el color oscuro y gris que
caracteriza cada escena.
Tanto la historia de este niño como la del homosexual brutalmente torturado,
son historias trazadas como pequeñas pinceladas sin resolver. La historia del
chaval homosexual es el principio del camino que emprende Andreu para
sumergirse en ese mar de engaños y mentiras. El comienzo de la desconfianza
hacia su padre y hacia el mundo adulto. La visión del protagonista de cómo pudo
ser la tortura de aquel hombre es una de las escenas más sobrecogedoras. La
brutalidad y la tragedia se hacen latentes en un historia que se aleja del
guión “posguerra”.
Una señora del pueblo, que
ha venido a darme un paquete…
Pa negro no es más que la explicación de cómo un niño puede llegar a perder
totalmente la inocencia y revelarse contra lo único que ha tenido y en quien ha
creído; su familia. La evolución de una mirada inocente al encontrarse el
terrible accidente en el bosque, a una mirada dura sin piedad, fría que observa
a través del cristal, a una madre abatida que posiblemente jamás vuelva a ver,
que se aleja difuminada como un mal recuerdo.
La decepción de Andreu, el dolor al descubrir la verdad, podría ser un arma
de defensa para intentar cambiar de camino; pero hay ciertas circunstancias en
la que no es posible cambiar de camino. Su padre es condenado a muerte por
cubrir y matar a cuenta de otros, de otros con posibilidades económicas y
nombre social. Andreu conociendo toda la verdad, al final acepta la ayuda de
esa misma familia, la historia se repite. Realmente no sufre una
transformación, es una adaptación a la crueldad; seguir los mismos pasos, jugar
sus mejores cartas, desprenderse de todo sentimiento o apego que le pudiera
quedar hacia su madre y sus recuerdos.
El verdadero monstruo de pan negro no es la guerra, ni la brutalidad de una
dictadura; sino el propio ser humano. Rodeado de un marco más que conocido;
como es el bando de los perdedores, las persecuciones comunistas, el miedo
constante… la historia marca una clara diferencia; no hay malos ni buenos. La
verdadera causa de tanto mal aquí no es otra que la misma pobreza y la miseria.
Es la pobreza la que lleva a la destrucción de la familia de Andreu, la que
lleva a su padre a matar y a ir en
contra de cualquier ideal.
El discurso algo manido sobre los ideales del padre, nos introduce en una
historia fílmica más, como otras muchas sobre la venganza histórica hacia esas
décadas. El giro del final es realmente impactante; estamos tan sumergidos en
esa conciencia histórica de la guerra civil de bandos, que no se nos ocurre
pensar en ningún momento que el padre pueda ser culpable. Realismo puro; el
hambre, al final acaba con cualquier valor e ideología. Andreu corre a destruir
uno por uno cada pájaro del padre, cada frase y valor que le han inculcado; ya
no cree en nada.
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