La trampa de la muerte (1982)
Sorpresa, suspense y mucho teatro
Dirección: Sidney Lumet
Guión: Jay Presson Allen (Novela: Ira Levin)
Música: Johnny Mandel
Fotografía: Andrzej Bartkowiak
Reparto: Michael Caine, Christoper Reeve, Dyan Cannon, Irene Worth, Joe
Silver, Henry Jones
Productora: Warner Bros
En una época de convulsión mundial (terrorismo
internacional,desastre nuclear de Chernovil, la llegada de la democracia en Argentina etc) donde la tensión de La Guerra fría late en Estados Unidos, el cine americano centra
sus temáticas cinematográficas en el puro entretenimiento, en unas fórmulas
narrativas basadas en la sorpresa y en el suspense del espectador. En
este contexto Sidney Lumet, trae esta disparatada comedia de asesinatos, basada
en la novela de Ira levin :Deathtrap
Guerra de escritores
Un escritor de teatro reconocido, Sidney Bruh sufre un momento de declive en su carrera tras el fracaso de su última obra. Clifford Anderson, un joven escritor amateur,
le pide que le lea su obra, para escuchar las posibles correcciones o consejos
de un profesional. Sidney reconoce el
talento y potencialidad de la obra y traza junto con su mujer un plan para
arrebatarle la obra y deshacerse del joven. Después de un larga cena con el
joven, Sidney encuentra valor y lo asesina. Una vecina entrometida, irrumpe en
la casa horas después del asesinato haciendo preguntas impertinentes. Todo esto
hacen que Myra, su mujer se ponga muy nerviosa. Al caer la noche, Anderson
reaparece de su tumba, y de la impresión Myra muere de un ataque al corazón.
Anderson y Sindey resultan ser amantes y todo era una estratagema para acabar
con Myra y disfrutar de su dinero. Anderson comienza a obsesionarse por
escribir una obra exacta a lo acontecido. Sidney destesta la idea y comienza
una rivalidad y tensión entre los escritores que acaba con la muerte de ambos.
La vecina entrometida que se encontraba allí la noche en la que suceden los
crímenes, es quien finalmente escribe la obra de teatro, que resulta ser un un
gran éxito.
Una más en la carrera de Lumet
En la extensísima filmografía de Lumet, en unos años de auge en su carrera, (Veredicto final, Network etc), hayamos
esta película sin demasiado reconocimiento ni éxito de público. En el mismo año
que trabaja en Veredicto Final se
embarca en esta trampa de la muerte; razón quizás por la que la película
carezca de muchas pretensiones.
Una obra puramente teatral, en la que se entrelazan constantemente teatro y
realidad. No es la primera vez que el mundo del teatro envuelven el universo de
Lumet, en temática o versiones (Sed de
triunfo o 12 hombres sin piedad).
Influencia del gran Hitchcock en los elementos de sorpresa encontrados aquí, que caracterizan el cine de suspense de la época.
Todo interpretación
Ritmo pausado, un decorado, y poca música; una película básicamente
actoral.
La interpretación de los tres protagonistas, en los que recae toda la acción
y los extensísimos diálogos, presentan como no podría ser de otra manera una
interpretación muy cercana a la teatral; los gritos, aspavientos, cambios
bruscos de situación y entonación.
Destacable interpretación de Michael Caine; quien repetiría años más tarde en
un papel muy similar en la Huella(2007)
de Kenneth Branagh.
El reparto se completa acertadamente con Christoper Reeve, y Dyan Cannon,
que completan ese círculo personalidades complejas y malvadas causantes de los
constantes cambios de giro que tiene la película.
Un escenario sin telón
Exceptuando la primara escena y la última en la que nos encontramos en una
teatro con su patio de butacas, su entrada y backstage; el resto de la acción
se desarrolla en la casa Sidney, el escritor protagonista. Un amplio salón-estudio,
el cuarto de matrimonio, una cocina y un porche. Las tres estancias,
concretamente la del salón está concebida como un escenario puramente teatral;
un espacio amplio, que guarda la cuarta pared en casi todo momento. El
espectador, contempla un estudio o escenario de teatro continuamente; la
sensación es de estar viendo una obra de teatro y no visionando cine.
El recorrido de los personajes por este espacio, explota la máximo las
posibilidades de la estancia; concretando más de una hora y media de película en
estos espacios; sin ningún exterior ni alusión a él.
2 actos
Sidney y Anderson escriben su propia vida en dos actos, el primero; toda la
estratagema para asesinar a Myra y el segundo aún no está definido pues falta
algo; el segundo acto se escribe sobre la marcha a medida que el espectador
contempla la acción.
La trampa de la muerte presenta dos partes diferenciadas; una basada en el
no conocimiento del espectador y la segunda en el conocimiento solo parcial de
este. El espectador sigue con facilidad toda la primera parte, es consciente de
lo que puede llegar a pasar; conoce a los personajes y sus intenciones. Con la
muerte de Myra y el conocimiento de la relación entre ambos escritores; llega
la gran sorpresa; un fabuloso giro de guión realmente no esperado. Los
protagonistas han actuado en todo momento no solo para Myra, sino también para
el espectador.
A partir de este momento la cinta pierde fuerza, comienzan a tener lugar
pequeños giros de guión que complican la trama más y más hasta el inesperado y
enrevesado final.
La trampa de la muerte, al ser una versión cinematográfica no solo de una
obra de teatro, sino que pretende mantener esta estructura teatral, que puede
resultar algo desfasada, carece de mucho movimiento; es diálogo constante. El
juego de palabras y de intenciones de los personajes marcan la realización y la
planificación cuadriculada, muy parecida a la de estudio de televisión. Tal vez
por la distancia temporal de esta forma narrativa muy en desuso, la historia
resulta lenta y muy reiterativa a pesar de los numerosos giros de sorpresa.
Esta estructura y los mencionados cambios en la trama son el punto fuerte
de un historia sencilla sin mucho que remarcar. La sorpresa y el suspense son
claves.
Metateatro y mucha maldad
Deathtrap
es una trampa constante, el espectador cae una y
otra vez, en esos giros inesperados; al principio con sorpresa y expectación, a
medida que avanza la película con más indiferencia.
Una realidad convertida en teatro; un teatro que se hace realidad. De una
manera sutil y algo superficial; el guión consigue introducirnos en esa meta
historia; en la que realidad y teatro se interrelacionan. Es más común reflejar
experiencias personales de otro tipo en la ficción, ya sea novela, teatro o cine;
que historias de suspense y asesinatos; pero la reflexión es la misma: todo
sirve de provecho e inspiración para la
creación de historias de éxito; obviamente en este caso llevada completamente al extremo.
Quizás lo más chocante de la cinta, y teniendo como premisa otras obras del
director (¡2 hombres sin piedad) sea
la usencia de moral o al menos de reflexión sobre esta, en toda la película.
Distraídos simplemente por la trama divertida y disparatada del film, tal
vez se pase por alto la maldad y frialdad de prácticamente todos los
personajes. Del escritor fracasado que es capaz de matar a su propia esposa,
pasando por el joven oportunista y llegando a una falsa adivina feliz de
conseguir un éxito a consta de tres muertes.
Destacable el personaje de Myra; por ser el único medio honrado y sensible
personaje del relato. Mujer entregada en
cuerpo y alma a su marido, subyugada y siempre en un segundo plano, que
casualmente es la engañada y asesinada cruelmente.
La trampa de la muerte, al igual
que sucede con innumerables películas; tiene su momento; una larga tarde de
domingo, para pasar un rato entretenido y puede que alguna carcajada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario