Ana y los lobos (1972)
¿narración o metáfora?
Dirección: Carlos Saura
Guión: Carlos Saura & Rafael Azcona
Productora: Elías Querejeta P.C.
Música : Luis de Pablo
Fotografía :Luis Cuadrado
Reparto: Geraldine Chaplin, Fernando Fernán-Gómez, Juan María
Prada, Juan Vivó, Rafaela Aparicio , Marisa Porcel, Anny Quintas, Charo Soriano
Crítica disfrazada
1972, una dictadura está a punto de
desmoronarse. Últimos años de vida de Franco. El régimen es poco a poco más
aperturista, España sufre trasformaciones y cambios. En estos años de crítica
fuerte con el pasado pero sin olvidar que aún estamos en dictadura, Saura
propone esta curiosa película. Saura, como en muchas de sus otras cintas de
estos años nos trae aquí una crítica al momento político español con
algunas distracciones, que le permitieron escapar de la censura.
Saura contó al igual que en otras
ocasiones (Frappé, la Madrigera, La prima Angélica etc) con Rafael
azcona para la elaboración del guión.
El peso de la película, más allá de la
extraña historia, recaen en sus personajes totalmente estereotipados y por otra
parte excesivamente complejos según el momento del film. Este peso de los
personajes incide directamente en su reparto. Grandes aportaciones, a destacar
las de Fernán Gómez y Rafaela Aparicio. La interpretación de una
jovencísima Geraldine Chaplin es una brisa de aire fresco, es distinta y así lo
usa Saura en su argumento, realmente ella no acaba de encajar en el momento, en
el lugar, y aún sin saber el desenlace, esa sensación se percibe desde primer
momento. Geraldie Chaplin participará en esta década y en la posterior en
importantes cintas del director; Lo ojos vendados; Elisa, vida mía; la
Madrigera, Stress tres-tres y en Mamá cumple 100 años; segunda parte de la
película a comentar.
Ana llega a la finca
Ana, institutriz extranjera llega una
mañana a una gran finca algo descuidada, para comenzar su nuevo trabajo. En la
finca habitan tres hermanos, Fernando, Juan y José; la madre de los tres, algo
mayor y enferma, y la esposa y las tres niñas de Juan.
Nada más llegar, José se presenta ante Ana
con una postura desafiante e intimidadora pidiéndole sus papeles y registrando
sus cosas. Según pasan los días Ana va conociendo y estableciendo distinta
relación con cada uno de los hermanos. Juan estará obsesionado por Ana de una
manera sexual. José, personaje autoritario obsesionado por todo lo militar,
intentará acercarse a la niñera, asegurándole ayuda en su situación con
respecto a Juan. Fernando, el personaje más espiritual y aparentemente más
legal de los tres, será el que más consiga la amistad y la confianza de Ana.
Fernando huye a una cueva, la cual Ana le ayuda a pintarla de blanco y más
tarde internaría vivir a allí con el, de una manera sencilla, hasta que
descubre que no es sincero, y que solo quería aprovecharse de ella como el
resto de sus hermanos.
Un día las niñas encuentran enterrada y
con el pelo cortado a una de sus muñecas. Ana encuentra este acontecimiento muy
extraño y comienza a asustarse. No consigue pruebas resolutivas y el
acontecimiento pasa sin mucho escándalo.
En un momento de máxima tensión, donde
Luchy, la esposa de Juan intenta tirarse del tejado de la casa al descubrir las
intenciones de su marido con la niñera; la madre y los tres hermanos deciden
despedirla y echarla de casa. Justo antes de que Ana se marche de los
territorios de la finca, es abordada y asesinada por los tres hermanos.
La película apenas presenta un espacio,
donde se desarrolla la acción; la finca y sus alrededores. La finca es una
espacio descuidado, cuadrado, sin encanto alguno. La rodean innumerables
zarzales y matorrales que a la propia Ana le cuesta evitar en su llegada a la
casa. La finca es el territorio hostil, donde van despojando a Ana poco a poco
de sus libertades.
La mayoría de planos exteriores, son
planos generales con mucha luz, en ocasiones sobreexpuestos, en los que apenas
se percibe el contorno de la casa. En contraposición la luz del interior de la
casa es muy insuficiente, planos oscuros en unas habitaciones sin luz y algo
estropeadas.
La planificación es bastante lógica, a
destacar algunos planos contrapicados desde el tejado de la casa.
Ana y los lobos presenta una estructura clásica, lo que a la
narración de la historia se refiere. A medida que se avanza hacia el desenlace
la situaciones comienzan a ser demasiado extrañas, se percibe que hay algo más
allá de la propia historia.
Tres hermanos, tres roles.
En esta historia cada personaje, está
cargado se simbología. Los tres hermanos, representan tres aspectos o pilares
del régimen franquista. Juan como la institución familiar, que sufre
represiones sexuales. Frenando es el espiritual; la representación de la
Iglesia Católica y José el de la fuerza militar. La madre es la representación
femenina del propio Franco, mayor, enferma pero resistente como la que más.
Las tres niñas son el fruto de esta
pantomima, el futuro de la familia, del régimen que emitan y siguen los pasos
de los tres hermanos. Ana es el personaje de la libertad, del enemigo, de lo
extranjero, de la amenaza, que debe ser exterminada.
Más allá de la historia, hay que tener
presente estas representaciones, para profundizar más en el mensaje de crítica.
La institutriz no deja de ser un personaje
complejo. Ella no parece asustada en casi ningún momento, se ríe de Juan y
José, no parecen estos peligrosos, que pueden rozan hasta lo ridículo e incluso
intenta establecer amistad con Fernando.
Todos van cuartando a Ana de su
libertad a medida que pasan los días, la van anulando poco a poco como persona
para acabar físicamente con ella.